Héctor Aguilar / Informativo Anáhuac. Foto: yahoo.com
La Selección Mexicana de Futbol se juega este domingo a las 13:30 horas ante Argentina más que la posibilidad de seguir con vida en el Mundial de Sudáfrica 2010. Se juega el prestigio, se juega el desencanto y se juega, sobre todo, la cerrazón de un pueblo que los cree perdidos, ignorados y víctimas seguras de los sudamericanos, quienes aparecen con ventaja en todos los sentidos.
Serán sólo los 11 que mande a la cancha Javier Aguirre, quienes tendrán que demostrar que pueden vencer, no sólo a los argentinos, no sólo a Diego Maradona, no sólo a un pueblo sudamericanos que ya se saborea el siguiente encuentro (ya sea Alemania o Inglaterra) porque no tienen ninguna duda de que México será un "pastelito" en Johannesburgo.
Son ellos, esos 11 jugadores, quienes han "trabajado" apenas 4 horas y media sobre la cancha (tres partidos), los que saquen la casta, demuestren que incluiso el pueblo mexicano está equivocado y dejen, cuando menos, todo el espíritu de una esperanza compartida con 110 millones de personas, que seguramente estarán pegadas a la televisión.
Ya sea que los apoyen o no, pero estarán con ellos, porque estos 11 jugadores representan más que un encuentro, más que una bandera, representan una esperanza para saber que sí se puede mejorar y que, cuando menos en el futbol, dejaremos de ser considerados "flanecitos" cada vez que el Tricolor pasa a los ocatvos de final.
Es cierto, únicamente se está jugando un partido de futbol, pero algunos como Gerardo Torrado, Rafael Márquez y Ricardo Osorio perdieron aquel juego de 2006 con el golazo de Maxi Rodríguez, que todos recordamos todavía y se guardaron el coraje 4 años, 48 meses o más. Esa rabia que los dejó fuera en aquel Mundial..
Hay que ganar porque lo mercen, porque por una vez en su vida deben ser mejores que sus rivales, porque Argentina los ha vencido en varias ocasiones, porque le tienen que jugar de tú a tú, porque los argentinso están muuuy confiados y, sobre todo, porque ellos mismos, los jugadores, son los verdaderos ganadores, los únicos que tienen la llave de muchas personas que viajaron hasta Sudáfrica.
Ellos deciden cuándo regresan, pero no sólo ellos, también deciden cuándo vuelven los medios de comunicación, la prensa, los dueños de empresas, sus propias familias, por eso deben ganar, por eso, cuando menos, deben presentarnos y dejarnos convencidos (a los que los veremos por TV) que dieron un gran esfuerzo, que dejaron su máximo, porque de otra forma, serán abucheados al llegar, serán criticados, pero además, serán colocados en el mismo nivel qcon el que se fueron. Sin éxito, fracasados.
Demuestren que pueden ser mejores que el resto del mundo, demuestren que con el balón todo es relativo. Demuestren que pueden vencer a los argentinos, aunque no lo logren. Nos conformamos con que verdaderamente lo INTENTEN con TODO.
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