Foto: google.com
México se mide a Suecia este miércoles con muchas, pero muchas dudas, tantas que un resultado catastrófico podría traer serios problemas en el futuro tanto de Sven Goran Eriksson, como de la Selección Mexicana.
Los problemas de México empiezan con las estadísticas. Eriksson ha jugado en cuatro ocasiones contra Suecia, su país natal, y no ha conseguido un triunfo y eso que fue en la época con la selección inglesa, con todo y Bekham y estrellas de ese tipo.
Otro punto en contra es que México no contará con elementos muy importantes en el esquema, cuando menos de otros entrenadores. No juegan Gerardo Torrado y Fernando Arce, por una suspensión que no entendemos si es un amistoso; y además Carlos Vela, Johnny Magallón, Andrés Guardado y Rafael Márquez, quien sigue pendiente.
Si México se levanta con el triunfo será un tanqiue de oxígeno puro para todos, desde la Federación, televisoras, entrenadores, jugadores y público, sobre todo para las televisoras, quienes venderán mucha publicidad para el juego ante Estados Unidos. Venderán la esperanza a un pueblo soñador.
Pero si no lo logran vendrán críticas y una caída generalizada en el ánimo de la gente, la cual de por sí no tiene mucha fe en el conjunto Tricolor ante las barras y las estrellas y llegar con una derrota anrtes de ese juego, pondría muccha presión y poca expectación.
En fin, que el juego de este miuércoles en Oakland, como siempre, deja de ser un amistoso y se convierte en un experimento de Eriksson, con cuatro naturalizados y muchos jóvenes, algunos de ellos con su primera oportunidad en un juego internacional con la verde.
Por cierto, también hay que decir que Suecia no viene con sus grandes estrellas, pero los jóvenes de aquel país tienen una mentalidad totalmente diferente a la de nuestros chavos (debo decir afortunadamente).
Suerte...
martes, 27 de enero de 2009
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